San Martín de Tours nació en en Hungría en el año 316 Aunque toda su educación la recibió en Pavia (Italia). Desde muy joven se sintió atraído hacia el tema religioso, pero a los 15 años se vió obligado a entrar en el ejército, sirviendo a caballo en la guardia imperial romana. Es en este periodo cuando surge una de las historias más bellas y más conocidas de nuestro San Martiño. Un dia de invierno muy frío, la tropa romana entró en la ciudad francesa de Amiens. Allí, Martín encuentra a un pobre desnudo que le implora caridad, y no teniendo monedas para darle, Martín sacó la espada, cortó la capa que llevaba por el medio y le dio la mitad a aquél pobre hombre. Fue objeto de burlas por parte de sus compañeros, pero la acción caritativa fue dulcemente recompensada, ya que la tradición cuenta que aquél mismo día por la noche, vio en sueños a Jesucristo que le decía: " Martín, hoy me cubriste con tu manto ". |
Parece que en agradecimiento, existe el llamado "veranillo de San Martín", que permite capear los rigores del invierno por unos días. La festividad de S.Martin es celebrada en infinidad de pueblos y ciudades de Europa.
En su origen, el magosto era una fiesta en torno al fuego y a las castañas asadas con la que los gallegos honraban las cosechas. El fuego del hogar en las frías noches de primeros de noviembre convidaba a compartir cuentos y leyendas antiguas. La noche es también el escenario de los magostos de las cuadrillas, que hacían fuego al aire libre y entre castañas, chorizos asados, vino tinto nuevo, canciones y cuentos continuaban una tradición cuyos elementos, incluida la queimada final, son símbolos de vida y purificadores.
Origen del Magosto y Samahaim
El día 1 de noviembre, los celtas propiciaban la abundancia de las cosechas con la celebración de la fiesta samahaim, la cual era, para unos, el comienzo del invierno y, para otros, el final de verano. Se reunía una gran multitud porque era una fiesta obligatoria. Quien no asistía corría el peligro de perder la razón.
El día del samahaim, los celtas encendían el primer fuego, origen de todos los fuegos. Con él se encendían, a su vez, todos los fuegos.
Las castañas se asaban sobre una gran hoguera, por lo general, visible desde varios puntos de la parroquia, desempeñando la misma función que las hoguestas de San Juan. En Galicia, el fuego permanente del hogar se encendía con un tizón traído de la hoguera de la Vigía Pascual o del fuego encendido la noche de Navidad.
Los celtas, durante el samahaim, bebían hasta perder la razón. El vino en el magosto, el moscatel en la castañada y el aguardiente en la mauraca corrían, hasta tal punto, que la mente de muchos participantes se licuaba.
A FESTA DO MAGOSTO EN OURENSE
CANCIÓN DO MAGOSTO "CHEGOU O MAGOSTO" DE JESÚS PAREJA
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